LUCHAR CONTRA EL IMPERIALISMO YANQUI, EN DEFENSA DE LA PATRIA.
Esta consigna es válida para la nación peruana y los pueblos del Perú, es válida además, para todas las naciones oprimidas y pueblos del mundo.
Para llevar adelante esta consigna, como una política revolucionaria, los comunistas debemos comprender y poner en la práctica revolucionaria, sobre dos principios fundamentales: sobre patriotismo e internacionalismo. Solamente4luchando en defensa de la patria, podemos derrotar al imperialismo yanqui que oprime y explota a nuestro país, y lograr la emancipación, o sea la liberación de nuestro país, por que solamente logrando la liberación nacional, es posible que el Partido Comunista del Perú, dirigiendo a todas las fuerzas revolucionarias del país, cumpla con su tarea de conquistar el poder y conquistar su propia emancipación.Los comunistas, tenemos que oponernos resueltamente al “patriotismo” de los recalcitrantes vende patrias, grandes burgueses y terratenientes feudales; al “patriotismo” de los revisionistas de todo tipo; al “patriotismo” de los imperialistas yanquis, al “patriotismo” de Bush, que es muy diferente en cierta medida al de los gobernantes de las potencias imperialistas, y más, al de los países del tercer mundo. El patriotismo del imperialismo yanqui, expresa su esencia, en la aplicación como gendarme mayor y hegemónico único, de la ofensiva general del imperialismo en contra de la revolución proletaria mundial, y la globalización del planeta bajo su dominación y control. Hay que diferenciar el patriotismo del pueblo estadounidense, y el de los pueblos de las demás potencias imperialistas, en relación al “patriotismo” de sus gobernantes imperialistas. El patriotismo del pueblo norteamericano, es sumamente opuesto al “patriotismo” de sus gobernantes y de los imperialistas yanquis.
Hay que diferenciar el patriotismo de todos los reaccionarios, con el de los comunistas. Los militantes del Partido Comunista, tienen que ser por convicción de clase, internacionalistas y al mismo tiempo patriotas. El patriotismo hay que comprenderlo, desde un contenido concreto de la historia y la lucha de clases.Para nosotros, el derrotismo es un crimen, y nuestro deber es combatirlo y aplastarlo. En la historia del Partido y la revolución peruana, surgió el derrotismo de Gonzalo y su “Dirección Central”, por tanto, desarrollar la guerra agraria y la guerra de resistencia, desenmascarando, combatiendo y aplastando ese pesimismo y derrotismo, y es nuestro deber y obligación ineludible. Únicamente luchando armadamente en defensa de la patria, podremos derrotar y expulsar al imperialismo yanqui y lograr la liberación nacional. La victoria en la revolución democrática nacional en el Perú, y la derrota del imperialismo yanqui, será una demostración práctica, de que el imperialismo yanqui y todos los reaccionarios, y revisionistas de todo tipo, son tigres de papel; y ésta concreción revolucionaria, elevará la moral y la conciencia del proletariado internacional, de las naciones oprimidas y los pueblos del mundo. De esto deriva, que en las guerras de liberación nacional, el patriotismo sea la aplicación del internacionalismo proletario. Estas son las razones, por las que los comunistas deben trabajar y luchar con tenacidad, desplegar toda su energía, iniciativa y marchar valerosa y resueltamente al campo de batalla en la guerra agraria, en la guerra de resistencia nacional, y en la guerra de liberación nacional.
Los comunistas de los Estados Unidos, tienen el deber de oponerse al “patriotismo” de Bush, y a su política de guerras, y de agresión en el Medio Oriente. Los comunistas de las potencias imperialistas, deben oponerse a las políticas de guerras de agresión de sus gobernantes; sin embargo, en la práctica están demostrando pesimismo en distinto grado, frente a las guerras que desatan en el mundo; además, deben y tienen la obligación de hacer todo lo posible, por que fracasen las guerras de las potencias imperialistas, pero en la práctica hay deficiencias en este aspecto, y en este sentido, tienen toda la responsabilidad de hacerlo.
La guerra de resistencia, que en su desarrollo dará un salto a la guerra de liberación nacional, es justamente por la aplicación del internacionalismo proletario, por que nuestra lucha es principalmente contra del gendarme mayor en el mundo. Hoy, en las circunstancias actuales, el Partido Comunista del Perú, marxista-leninista-maoísta, plantea a la nación y al pueblo peruano, oponernos y el de luchar tenazmente mediante la Revolución Democrática Nacional contra el imperialismo yanqui principalmente, que oprime y explota, que despelleja despiadadamente al pueblo y a la nación peruana, hasta convertirlo en su colonia y sumisos esclavos.
En la guerra agraria actual, tenemos que desenvolver la lucha armada, con un Frente Unido Democrático Revolucionario, antiimperialista y antifeudal de autodefensa política, militar, económica y cultural, etc., con un espíritu revolucionario de independencia y autodecisión antiimperialista y antifeudal, en la que los militantes del Partido tienen que marchar al frente, a combatir esforzadamente hasta la victoria. Todas éstas, son acciones patrióticas y de internacionalismo proletario, por que nuestra guerra, es parte de la guerra revolucionaria del proletariado internacional, y por que sirve a la revolución proletaria mundial. Por tanto, un comunista, es patriota e internacionalista proletario, por convicción de clase; y por que, emancipar a la nación peruana de las garras del imperialismo yanqui principalmente, es nuestra obligación y deber en la lucha internacional y proletaria. Un comunista, solamente con un espíritu patriótico, es como desplegar la mitad de su obligación si deja de tener un espíritu de internacionalismo proletario; por lo que un comunista, no sólo debe, sino es al mismo tiempo patriota e internacionalista proletario; y en esencia, nuestro patriotismo es muy distinto del carácter “patriótico” de los reaccionarios e imperialistas yanquis, que defienden su sistema con todas sus energías parasitarias y en descomposición.
COMO LUCHAR EN LA GUERRA AGRARIA Y EN LA GUERRA DE RESISTENCIA NACIONAL
En la guerra agraria actual, los comunistas deben luchar sacando lección del período de 1980 a 1999, y deben de demostrar siempre un espíritu de iniciativa, una actitud científica, una seria y un abnegado espíritu de responsabilidad.
La guerra agraria y la posterior y obligada guerra de resistencia nacional, requiere de parte de los militantes del Partido, desenvolver un papel desinteresado, de ejemplo y de vanguardia en todos lo trabajos de lucha y de acción del Partido y la revolución.
La guerra popular democrática, se lleva a cabo en condiciones adversas, y es justamente en estas condiciones donde los militantes del Partido Comunista del Perú, deben de luchar resueltamente y con un desinterés absoluto, y siempre poniendo la política en el puesto de mando, y poniendo los intereses colectivos nacionales y del pueblo en primer orden.
Por el carácter colonial de nuestro país, es una cuestión objetiva, el insuficiente desarrollo de la conciencia política entre las amplias masas populares; y todo esto es, por falta de una educación nacional y popular, que impulsan los yanquis y el Estado peruano en los centros educativos de primaria, secundaria, instituciones técnicas y superiores, y a toda esta insuficiencia, coadyuvó los efectos negativos del revisionismo de Gonzalo y su “Dirección Central”. Además, la falta de dignidad nacional, como producto del carácter de la sociedad peruana, es la falta de confianza, de seriedad y responsabilidad en la lucha antiimperialista yanqui, y por el contrario, tienen una actitud de humillación y pesimismo. Frente a todas estas deficiencias entre las amplias masas populares, los comunistas del Partido tenemos que afrontarlos con tenacidad y esfuerzo hasta superarlos, y organizarlos en un Frente Unido Democrático Revolucionario, sin un criterio de monopolizar y hegemonismo; organizarlos, con la política de independencia y autodecisión, por que nuestra revolución se desarrolla en un país atrasado y oprimido; otro problema que afrontar y darle solución, es frente a nuestra debilidad militar, que en el curso prolongado de la guerra popular democrática, iremos logrando el traspaso de débiles a fuertes, y esto no requiere de aventurerismo y precipitaciones, sino, de una estrategia y tácticas objetivas y concretas, y esto se logra en la lucha contra las fuerzas vivas del enemigo, aniquilándolos y desintegrándolos, ya sea emboscándolos, asaltándolos, en nuestras defensivas estratégicas, o en los puntos débiles durante nuestras ofensivas estratégicas. Todas estas tareas, son de aplicaciones sumamente flexibles de acuerdo a las realidades concretas del momento. Otras dificultades, que los comunistas tenemos que afrontar, es el atraso económico, como reflejo de la condición colonial, semicolonial y semifeudal del país; la falta de democracia en el sistema político del Estado peruano; y, sacando lección de las formas de dirección de Gonzalo, evitar el centralismo absolutista, y practicar el centralismo democrático, donde se aplique realmente la democracia y el centralismo con seriedad, respeto y responsabilidad proletaria.
Hoy vemos en el desarrollo de esta guerra agraria, tantísimos hechos de corrupción en las autoridades vigentes, en todos los niveles del Estado reaccionario; y entre las masas populares, se acrecienta cada vez más, la prostitución, delincuencias, sobornos, coimas, drogadicción, etc. Y todo esto, requiere de una educación ideológica, política y organizativa, paciente y planificada. Los trabajos organizativos y de educación revolucionarios, no se pueden consolidar, sino vamos aniquilar y desintegrar a las fuerzas armadas reaccionarias y policiales que defienden intereses de grandes burgueses, terratenientes feudales y de imperialistas principalmente norteamericanos. Esto, requiere de un esfuerzo consciente, tenacidad y sacrificio en la lucha contra el enemigo de la clase, de la nación y del pueblo peruano.
El pesimismo, es otro problema ideológico y político, que es producto de la apatía y la ambigüedad en el pensamiento y el espíritu práctico. Por tanto, la educación ideológica, política y organizativa es sumamente importante, y este punto requiere una atención a superarlo orgánicamente. Hay que comprender, que este problema ideológico, es reflejo de la condición colonial de nuestro país. Otro de los problemas que afrontamos, son la falta de unidad y orgánica en el Frente Unido Democrático Revolucionario. Este, es un problema que se irá consolidando en el curso del trabajo revolucionario de la guerra agraria y la guerra nacional siguiente.
Frente a estas adversidades que estamos afrontando, debemos asumirlo con seriedad, responsabilidad, objetiva y concretamente. Esta realidad de las necesidades y dificultades de la guerra agraria se presentarán en la guerra de resistencia nacional pero de un modo más desarrollado, pero ese salto, de igual manera los comunistas tienen que solucionar en su nivel superior sin subjetivismo, ni dogmatismo y empirismo, sino seria y correctamente, y unir al pueblo para vencer todos los fenómenos adversos y negativos que se presentan en la revolución; y es justamente, que en estas circunstancias, los comunistas deben y tienen el deber de plasmar su papel de vanguardia, y esto es de vital importancia y urgente.
En estas condiciones adversas, los militantes del Partido en el ejército revolucionario de obreros, campesinos y estudiantes, deben ser ejemplo de valentía en el combate y ser modelos en el cumplimiento de la ejecución de las órdenes, en la disciplina, en la realización de los trabajos políticos y en la educación de los combatientes y las masas, y alcanzar la unidad interna del Partido, lejos de intrigas, rencillas, egoísmos y menos el de actuar con duplicidad y arbitrariamente en el ejército revolucionario y el pueblo. Sacar lección de los tantos hechos negativos en este sentido, del período de 1980 a 1999.
Los comunistas, en relación a los Partidos políticos y los ejércitos amigos en esta guerra agraria, antiimperialista y antifeudal, deben perseverar en la unidad con independencia y autodecisión.
LOS MILITANTES DEL PARTIDO Y LA REVOLUCIÓN PERUANA.
Los militantes del Partido Comunista del Perú, marxista-leninista-maoísta, deben tener un espíritu de responsabilidad serio; ordenado y de respeto. Perseverar en la unidad para combatir, aniquilar y desintegrar a las fuerzas armadas y policía nacional del Perú, y a las fuerzas invasoras yanquis. Los militantes deben perseverar en los problemas tácticos del Frente Unido Democrático Revolucionario y dar el ejemplo en los cumplimientos de las tareas revolucionarias, políticos, militares, económicos y culturales de la guerra agraria y de la guerra de resistencia nacional del Perú.
Los militantes, deben ser fieles a la teoría ideológica, política y organizativa del Partido y que se refrenden en la práctica; ser resueltos en la acción política, militar y económico, y libres de toda actitud detestable de altanería; ser sinceros en la vida práctica y en la consulta. Un miembro del Partido, debe saber cooperar con los Partidos y organizaciones populares y ejércitos amigos; en las relaciones con los Partidos políticos en el Frente Unido Democrático Revolucionario; ser entusiasta, clarividente, perspicaz, y con ideas concretas y óbjetivas, no dogmáticas, empíricas, unilaterales y ambiguas.
En el trabajo gubernamental, deben dar todo el empeño de absoluta claridad, de trabajo tesonero, desinteresado, desprecio a los afanes acomodaticios, de remuneraciones, y atenciones especiales, lejos de la práctica de favoritismo, actitudes propios de oportunistas en las filas del proletariado. Deshacerse de actitudes despreciables, sectarias, oportunistas, mercenarias, que en el fondo llevan a la capitulación de nuestros principios y a la restauración del capitalismo. Todo esto es negativo, por lo tanto, hay que corregirlos definitivamente.
Los militantes, al trabajar entre las masas, deben tener una actitud de comportarse como sus amigos y no presuntuosamente como sus superiores; comportarse como sus educadores infatigables, y no como politiqueros absurdos y burócratas; es decir, el miembro del Partido no debe resolver un asunto, o un problema con arbitrariedad, con rencilla, con egoísmo, con favoritismo, y el de hacer resoluciones dificultosamente, lentamente, pasivamente e intencionalmente perjudicando. Un comunista, no debe poner en primer plano, por ningún motivo y circunstancias los intereses personales, al contrario, debe poner en primer orden los intereses de la nación, del pueblo peruano y de la revolución. El poner en primer orden las cuestiones personales, son los que sufren de individualismo, y se comportan con egoísmo. Todas estas actitudes, son actitudes ridículas y9repudiables. Merecen reconocimiento y respeto, el desinterés, la honestidad, la modestia, la sencillez, la sinceridad, el entusiasmo, la energía en el trabajo, la valentía en las acciones militares, la completa dedicación al deber colectivo, y el esfuerzo concienzudo y tenaz por los intereses de la nación y el pueblo peruano, y la revolución democrática nacional.
Los miembros del Partido, deben ser prácticos, previsores políticamente, y clarividentes en los análisis de los problemas internacionales y nacionales, en la estrategia y táctica de la revolución peruana. El sentido práctico, les permitirá a los comunistas, cumplir con las tareas asignadas; sólo la previsión y clarividencia les permitirá no extraviarse en el camino prolongado de la revolución.
Por todas estas obligaciones, los comunistas deben ser bastante estudiosos; y en la relación con las masas, en todo momento deben ser sus alumnos y aprender constantemente de las amplias masas populares, como también ser al mismo tiempo sus maestros. Solamente aprendiendo con honrradez, de las enseñanzas de las masas, de los partidos políticos, organizaciones populares y ejércitos amigos, podremos comprender de todo cuanto ocurre a nuestro alrededor y en el mundo; y, solamente aprendiendo de esta manera, los comunistas podrán tener un sentido teórico y práctico en los trabajos de la revolución, y ser previsores y clarividentes en relación al futuro y al porvenir de nuestra causa revolucionaria.
Nuestra guerra popular democrática, es una guerra larga y se desarrolla en circunstancias sumamente adversas, difíciles y complejas, por lo que, sólo cooperando con todos los amigos, con todos los elementos avanzados y progresistas de los Partidos, organizaciones populares, ejércitos amigos y las amplias masas populares, y desempeñando plenamente un papel esforzado, desinteresado y de vanguardia en la lucha, pueden los comunistas movilizar a las fuerzas y clases revolucionarias de la nación peruana, para vencer las dificultades tanto de la guerra agraria y en la guerra de resistencia nacional, y derrotar al enemigo principal, el imperialismo yanqui y las fuerzas feudales internas del país, y construir la República Popular del Perú.
COMBATIR A LOS AGENTES EMPEDERNIDOS, COLABORACIONISTAS ES UNA TAREA REVOLUCIONARIA.
Los militantes del Partido Comunista del Perú, marxista-leninista-maoísta, debemos estar convencidos, de que es una necesidad perentoria y actual, desarrollar la guerra popular, y no corresponde contemporizar como Gonzalo y su “Dirección Central” con el enemigo. Gonzalo, como revisionista y agente del imperialismo yanqui, plantea que, “hacer la guerra popular en la actualidad, es estar de espaldas ante la realidad objetiva”, todo este eructo, es realmente10subjetivo y totalmente contrario a la realidad objetiva de que en el Perú y en el mundo, las condiciones concretas y revolucionarias son cada vez más acrecentadas y más desarrolladas que antes; ésta, es una realidad incontrovertible, que solamente un miope político no pueda concebirlo, que solamente un revisionista y agente del enemigo, pueda negarlo. Todo esto demuestra en la práctica, que Gonzalo y su “Dirección Central”, al igual que otros agentes empedernidos, colaboracionistas reaccionarios actúan para acabar con la guerra popular, para aniquilar el Partido, las bases de apoyo, al ejército revolucionario y a las masas populares.Para hacer frente, a tales agentes empedernidos, revisionistas y colaboracionistas contrarrevolucionarios, la única política para vencer todas las dificultades, derrotar al enemigo y conquistar el poder para construir la República Popular del Perú, consiste en consolidar y ampliar el Frente Unido Democrático Revolucionario, en la guerra agraria y en la guerra de resistencia nacional antiimperialista y antifeudal; movilizar a todas las fuerzas y clases revolucionarias de la nación; además, concretar la política de utilizar todo lo posible ,y a todos los elementos que sean útiles para desarrollar la revolución en la lucha contra los enemigos principales de la nación peruana.
En estos 26 años de guerra agraria, dentro de la estrategia del enemigo, es infiltrar a las organizaciones del Partido y las organizaciones populares, y frente a estos objetivos del imperialismo yanqui y el Estado peruano, el Partido y las masas, tienen y es su obligación estar en guardia y vigilantes, frente a tales propósitos criminales y genocidas.
En el trabajo del Frente Unido, los agentes del enemigo, los colaboracionistas, revisionistas, realizan una labor de zapa, de generar pesimismo y capitulación, y frente a tales elementos, es un deber de denunciar sus actividades criminales con hechos y pruebas, y prevenir al pueblo y las amplias masas populares, para que no se dejen engañar por estos agentes contra revolucionarios. Frente a esta situación y propósitos del enemigo, los militantes del Partido Comunista del Perú, deben redoblar su vigilancia política. Hay que comprender además, que la construcción, la consolidación y ampliación del Frente Unido Democrático Revolucionario, es inseparable de la denuncia y la eliminación de estos agentes. Es completamente erróneo y negligencia política, solamente construir, consolidar y ampliar el Frente Unido, tanto en la guerra agraria y guerra de resistencia nacional descuidando el estar vigilantes frente a los revisionistas de todo tipo, y frente a la infiltración de los agentes empedernidos, colaboracionistas pro-imperialistas principalmente yanqui.
CONSTRUIR CON AUDACIA EL PARTIDO, Y CON UN AMPLIO CARÁCTER DE MASAS.
En estos tiempos complejos y difíciles, donde el imperialismo yanqui, encabeza la ofensiva general imperialista en contra de la revolución proletaria mundial, existen también condiciones revolucionarias más desarrolladas que antes, para el desarrollo de la revolución, y que en estas condiciones especificas no es problema de cuantos hombres y cuantas armas tenemos, sino, el problema es, estar dispuesto a organizar y dirigir la revolución, y que en el curso de la revolución, tendremos todo, lograremos y obtendremos todo hasta conquistar el poder en todo el país; en estas circunstancias, el problema es que cada comunista peruano debe luchar abnegadamente como una chispa revolucionaria, para incendiar el campo revolucionario y combatir resueltamente todo criterio y actitud de compromiso y capitulación como el de Gonzalo y su cúpula revisionista, y el de los agentes del enemigo que quieran infiltrarse en las filas del Partido.
Para vencer las dificultades, derrotar al enemigo y construir un nuevo Perú Democrático y Popular, el Partido Comunista del Perú, debe y tiene que ampliar su organización y convertirse en un Partido con un amplio carácter de masas, abriendo sus puertas a los obreros, campesinos y jóvenes activistas que estén sinceramente convencidos y dedicados a la revolución peruana, tengan confianza en los principios del Partido, apoyen su política y se encuentren dispuestos a luchar con disciplina y en trabajar ordenadamente y con tesón. Es errónea e intolerable la política de “puertas cerradas”. Pero al mismo tiempo, no se puede descuidar en lo más mínimo la vigilancia contra la infiltración de los agentes del enemigo en el seno del Partido.
La Agencia Central de Inteligencia Norteamericana, principalmente trata constantemente de infiltrar en nuestro Partido, a agentes disfrazados de activistas, para minar y socavar nuestro desarrollo y la dirección de la revolución. Estos infiltrados, algunos son revisionistas, otros son elementos colaboracionistas pro-norteamericanos, degenerados y arribistas. Frente a esta situación, al construir y consolidar el Partido con un amplio carácter de masas, no podemos relajar nuestra vigilancia y estrictas medidas contra tales individuos. No debemos cerrar las puertas del Partido, por temor a la infiltración de estos agentes del enemigo. Por tanto, teniendo en cuenta todas estas intenciones del enemigo, tenemos que ampliar con audacia al Partido. Estos objetivos de ampliar con audacia el Partido, es de orden estratégico y táctico, y de vital importancia para la revolución democrática nacional. Por otro lado, desenvolviendo estrictas medidas de vigilancia política, tenemos que construir, fortalecer y consolidar el Partido, para que siempre sea compacta, selecta y eficaz en todas las circunstancias de la revolución peruana, hasta la conquista del poder y el comunismo. No debemos descuidar en la vigilancia política frente a los agentes y arribista. que tratan de aprovechar una oportunidad para infiltrarse en el Partido.
Cometeremos gruesos errores, si sólo atendemos a la construcción y ampliación del Partido Comunista del Perú descuidando la vigilancia frente a los elementos agentes del enemigo que puedan infiltrarse en el Partido. La política correcta es construir y ampliar con audacia el Partido, aplicando al mismo tiempo una vigilancia estricta, con el objetivo de no dejar infiltrar un solo individuo nocivo y agente del enemigo, que mine y socave el desarrollo del Partido y la revolución democrática nacional en el Perú.
APLICAR CORRECTAMENTE EL PRINCIPIO DE LA DEMOCRACIA, EN EL FRENTE UNIDO DE LA REVOLUCION PERUANA.
En un país subdesarrollado como el Perú. necesariamente el Partido Comunista, tiene que saber unirse con todas las clases y fuerzas revolucionarías posibles, si quiere vencer al enemigo en la lucha por el poder del Estado.En la guerra agraria, solamente sabiendo construir el Frente Unido con democracia, se puede lograr la victoria en el campo, es decir en las zonas rurales de nuestro país, y hacer un salto a la guerra de resistencia nacional antiimperialista y antifeudal. En la revolución peruana, sólo manteniendo con firmeza la democracia en el Frente Unido se podrá cooperar por largo plazo, y sólo así se podrá vencer las dificultades y derrocar al enemigo para lograr la conquista del poder. Esto significa concretamente, que todos los Partidos políticos, grupos políticos y ejércitos amigos, luchen contra el enemigo común con independencia y autodecisión ideológica, política y organizativa, y todo esto crea democracia popular y proletaria. Aquí, el Partido no puede y no debe hegemonizar.
En el Frente Unido antiimperialista y antifeudal, tanto en la guerra agraria y la guerra de resistencia nacional, todas las clases, todos los partidos políticos, grupos políticos y fuerzas revolucionarias, se relacionan bajo el principio de la democracia, que significa la unidad de todos los que integran, pero esta unidad asumirla con independencia y autodecisión. En el Frente. solamente plantear unidad, sin independencia y autodecisión es abandonar el principio de la democracia: sin la aplicación de este principio no existirá el Frente Unido, y no se podrá vencer al enemigo ni en la guerra agraria ni en la guerra nacional. Esta lección ya lo hemos pagado muy caro en el período de 1980 a 1999. Se hablaba de Frente de Liberación Nacional, de alianza obrero-campesino, pero, todo fue solamente en teoría y menos en la práctica.
En el Frente, tenemos un norte y un principio general en la lucha contra el enemigo, en la lucha antiimperialista y antifeudal, y eso es la de la independencia y autodecisión dentro de la unidad de lucha contra el enemigo. Sin embargo, los comunistas del Partido y todos los partidos políticos que integran el Frente, deben comprender que dicha independencia y autodecisión no puede ser absoluta sino relativa, y solamente así se logra unidad y puede ser revolucionaria. No se puede pretender tener una independencia absoluta, por que es erróneo, y lo que corresponde es tener independencia relativa; por que, si algún Partido actúa con independencia absoluta, es como no pertenecer al Frente Unido, y de igual forma es, actuar como socavando la unidad general de la lucha contra los enemigos de la nación, el pueblo y la revolución peruana.
En la revolución peruana, todas las clases, partidos políticos y fuerzas revolucionarias, deben luchar con independencia y autodecisión relativas, ideológicas, políticas y organizativas, esto significa tener libertad relativa. De todo esto deriva, que el Frente Unido de la guerra agraria es relativa y no absoluto, en relación al Frente de la guerra nacional, por que necesariamente tiene que subordinarse a las realidades del momento; ésta cuestión hay que comprenderlo desde el punto de vista dialéctico, por el mismo desarrollo de la lucha de clases, y por el constante desarrollo y movimiento de la materia.
Ser despojado o renunciar voluntariamente al principio democrático en el Frente Unido, es socavar la política general de la unidad en la lucha contra el enemigo.Este principio en el Frente, el de la democracia, de unidad con independencia y autodecisión, es de vital importancia para vencer al enemigo, por que de esto deriva, comprender sobre los enemigos principales, sobre la selección de los blancos para las acciones militares, para vencer al enemigo y lograr el triunfo. Tanto el Partido Comunista del Perú, las clases, los partidos políticos, grupos políticos y ejércitos amigos, deben comprender y aplicarlo correctamente en la guerra agraria y la guerra nacional.
Este principio es válido además, para las luchas reivindicativas en la lucha de clases de la nación peruana, en contra del Estado peruano, y en contra de las políticas genocidas y fascistas, de guerras de agresión y de rapiña, y de globalización del imperialismo principalmente yanqui.
El principio democrático, de unidad con independencia y autodecisión relativas en el Frente Unido, es válida para la lucha de clases reivindicativas, para la lucha de clases en la guerra agraria y la lucha de clases en la guerra nacional, y este principio democrático relativo, se subordina al desarrollo y a los saltos de la lucha de clases nacional y principalmente revolucionaria. Pero, en la aplicación de estos principios en el Frente y en los saltos de la lucha de clases en la revolución peruana, hay que tener en cuenta sobre las relaciones de clases en el Frente, como por ejemplo, por un lado, los intereses de los empleadores, de los industriales fabricantes, de los comerciantes, de los transportistas, de terratenientes progresistas, y por el otro, los intereses políticos, económicos y sociales de los obreros, campesinos, trabajadores y empleados públicos. De esta manera, sólo aplicando correctamente el principio democrático y relativo en el Frente Unido, en las relaciones de clases en la lucha contra el enemigo, podremos satisfacer las exigencias de la unidad en la lucha antiimperialista y antifeudal con independencia y autodecisión, para lograr la victoria de la conquista del poder con la revolución democrática nacional.
En la revolución peruana, solamente atender la unidad y olvidarse de la independencia y autodecisión relativa, llevaría a socavar el frente unido, y por tanto a la derrota; por lo que, para vencer al enemigo y lograr la victoria, es sumamente importante atender los dos aspectos del principio democrático en el Frente Unido.
LOS COMUNISTAS NUNCA DEBEN SEPARARSE DE LA MAYORIA; ES ERRONEO TOMAR DECISIONES ARBITRARIAS.
El Partido Comunista del Perú, tiene que cumplir con sus objetivos ideológicos, políticos, militares, económicos, culturales y organizativos, por el cual ha sido fundado.
Hoy, a 26 años de guerra agraria, no debemos olvidar los errores cometidos y debe ser una constante lección para poder superar las dificultades y vencer al enemigo.Los comunistas del Perú, al dirigir al pueblo en esta guerra agraria contra el enemigo, debemos tener siempre en cuenta el todo, el conjunto del trabajo, de la lucha antiimperialista y antifeudal; pensar siempre en la mayoría y trabajar, como el de luchar junto a los aliados. Tener un espíritu colectivo es de mucha importancia. Los militantes deben de practicar el principio de subordinar las necesidades de la parte a los del todo. Si una propuesta es factible para una situación parcial, pero no para la situación en su conjunto, es necesario subordinar la parte al todo. Por otro lado, si la propuesta no es para una situación parcial, sino para el conjunto, entonces también hay que subordinar la parte al todo. Esto es lo que se entiende por tener en cuenta el todo.
Los comunistas nunca deben separarse de la mayoría de las masas; no deben desinteresarse de las masas y precipitarse adelante en forma aventurera a la cabeza de una minoría avanzada. Deben preocuparse por forjar estrechos vínculos entre los elementos avanzados y las grandes masas populares. Esto es lo que significa pensar en función de la mayoría. A los comunistas, les corresponde cooperar con todos los Partidos o elementos democráticos que quieren luchar contra el enemigo común. Es erróneo tomar decisiones arbitrarias y actuar de manera autoritaria sin tener en cuenta a los aliados en el Frente Unido Democrático Revolucionario.
Un comunista, debe saber tener en cuenta el todo, pensar en función a la mayoría y trabajar junto a los aliados.En el período de la guerra agraria de 1980 a 1999, hemos adolecido de graves dificultades a este respecto, y hoy debemos corregir seria, tenaz y responsablemente estas deficiencias y desviaciones políticas que Gonzalo y su cúpula revisionista cometieron, por lo que hemos sufrido un gran revés en esta revolución. Toda esta situación adversa, el Partido, paso a paso ya lo está superando.
POLÍTICA DE CUADROS DEL PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ.
El Partido Comunista del Perú, marxista-leninista-maoísta, que dirige la revolución democrática nacional, solo puede cumplir con sus dos objetivos políticos y militares, de derrotar a las fuerzas del imperialismo yanqui y las fuerzas feudales y conquistar el poder, teniendo una militancia y cuadros dirigentes capaces y políticamente íntegros. Durante los años de 1980 a 1999, Gonzalo y su “Dirección Central”, han cometido graves errores en la construcción del Partido, no han seleccionado bien la militancia, los cuadros y los dirigentes, de tal forma que no han formado un Partido compacto, selecto y eficaz; han descuidado en la vigilancia política y se han infiltrado muchos elementos nocivos y arribistas hasta en el mismo Comité Permanente, el Buró Político y el Comité Central del Partido, razón por el cual, hemos sufrido un serio revés en 1992 hasta 1999. Gonzalo y su cúpula revisionista, no han construido un Partido Comunista, con seriedad y responsabilidad. Esto constituye uno de los principales problemas que estamos y tenemos que superar. Formar militantes y cuadros dirigentes competentes, es una tarea de primer orden, de modo que asumamos cabalmente los trabajos políticos, militares, económicos y culturales de la revolución. Esto constituye uno de los problemas sumamente urgentes a resolver, el cual en la práctica ya estamos superando. En este sentido, tenemos que orientarnos en la política de cuadros del marxismo-leninismo-maoísmo, y estableciendo a la realidad concreta de la revolución peruana, enarbolar, defender y aplicar principalmente.
La militancia, los cuadros y dirigentes existentes, no bastan para poder enrrumbar el largo y complejo camino de la revolución peruana. Tenemos que seguir bregando por la formación de muchos cuadros competentes. Muchos activistas están surgiendo y continuarán multiplicándose, en el curso de la lucha armada del pueblo peruano, contra el imperialismo yanqui, las fuerzas feudales y el revisionismo de todo tipo. Es responsabilidad del Partido organizarlos, formarlos, orientarlos y cuidarlos bien y adecuadamente; saber ordenarlos en los trabajos de la revolución. Una vez determinada la línea política, los cuadros son el factor decisivo en llevar la política del Partido a las amplias masas populares. Por tanto es el deber del Partido, preparar planificadamente a nuevos cuadros para afrontar esta causa revolucionaria en el Perú.
Tenemos que preocupamos no sólo por los cuadros miembros del Partido, sino también por los que no lo son. Fuera del Partido hay muchas personas capaces, y los comunistas no podemos ponerlos de lado. Es deber de cada comunista, deshacerse de toda altanería, saber trabajar junto con los cuadros que no militan en el Partido, proporcionarles sincera ayuda, tratarlos con una afectuosa actitud de camaradas y orientarlos en su trabajo por el cumplimiento de los objetivos políticos, militares, económicos y culturales de la guerra agraria actual, y en la posterior guerra de resistencia nacional contra el imperialismo yanqui principalmente y contra el Estado peruano reaccionario.
Tenemos que construir a los cuadros del Partido y saber valorarlos. No los juzguemos únicamente por un breve período de su actividad, o por un sólo hecho de su vida, sino también por todo su pasado y todo su trabajo. No hay otro modo para valorar a los cuadros.El Partido, debe saber orientar y conducir a los cuadros. El dirigente, tiene en resumidas cuentas dos responsabilidades principales: elaborar ideas y darles trabajo. Elaborar los planes del trabajo, tomar decisiones, dar órdenes e instrucciones; y, para que las ideas sean llevadas a la práctica, el dirigente tiene que saber unir a los cuadros e impulsarlos a la acción.En la historia virreinal y republicana de nuestro país, han habido siempre dos líneas opuestas en el sentido de nombramientos: el nombramiento por méritos y el nombramiento por favoritismos. La primera es honrrada y la segunda no lo es. El Partido Comunista del Perú, marxista-leninista-maoísta, tiene que practicar el primero y no la deshonesta. Gonzalo y su “Dirección Central”, en este sentido han cometido graves errores políticos y de principios. Ellos han promovido dirigentes en el Partido no por méritos, sino por favoritismos.
El Partido, en este sentido sobre los cuadros, tiene el deber y obligación de ver, si estos llevan adelante la política del Partido con firmeza, con disciplina, y si mantienen estrechos vínculos con las masas, y si poseen o no la capacidad de orientarse independientemente en el trabajo práctico; ver si son activos o no; si son empeñosos y desinteresados. Esta es la línea de nombramientos por méritos. La política de cuadros, aplicada por Gonzalo, es contraria a la política de cuadros del marxismo-leninismo-maoísmo; es exactamente opuesta a las necesidades responsables de la revolución en el Perú, y es una de las principales causas por las que fracasó. Aplicó el favoritismo hasta tener militantes “especiales”, ¿especiales en que sentido? Se han permitido muchos vicios y desviaciones y faltó control, verificación de los trabajos, y Gonzalo mismo tenía estos defectos y estaba mal ubicado para dirigir la revolución con seriedad y responsablemente. Todos estos son problemas de dogmatismo, actitudes protagónicas propio de pequeño burgueses, con afanes de figurar y no proletarios. Como producto de esta línea oportunista de derecha a reunido en torno suyo a sus favoritos y a empíricos para manejarlos, y para luego desbocar en una nueva línea oportunista de derecha, revisionista y capitulacionista, y acabar traicionando al Partido y renegando de la guerra popular democrática, pactando un “acuerdo de Paz” con el imperialismo yanqui y el Estado peruano reaccionario.
Esta es una seria lección, que hemos atravesado en la historia de la revolución peruana. Los cuadros del Partido debemos tener muy presente sobre estos hechos negativos, y adoptar en nuestros trabajos los principios correctos y honestos en aras de la revolución. Todo el Partido, todos los dirigentes en todos los niveles, tienen la responsabilidad de perseverar en la práctica honrrada, correcta y justa, en lo que corresponde a la política de cuadros, y el de combatir y desenmascarar la política deshonesta e injusta de Gonzalo y su “Dirección Central”. Todo ello nos conducirá a una más alta unidad y cohesión revolucionaria. Los cuadros dirigentes del Partido, deben oponerse por principio internacional comunista, a toda directiva desde la prisión por más que sea del dirigente principal, cuando las directivas, sugerencias o proposiciones no corresponden a los intereses de la revolución democrática, de la nación y del pueblo peruano.
SOBRE LA DISCIPLINA DEL PARTIDO COMUNISTA DEL PERU.
Gonzalo y su “Dirección Central”, han cometido grandes y graves infracciones, utilizando y traficando con la autoridad y el nombre del Partido. Frente a esta traición, el Partido Comunista del Perú, marxista-leninista-maoísta, plantea que la disciplina de la organización, no puede ser utilizada deshonestamente y arbitrariamente desde la prisión.
Los principios de la disciplina del Partido, son normas de sujeción con centralismo democrático, cuando el dirigente principal dirige seria y correctamente la revolución, desde una condición de libertad, y no desde la prisión. Gonzalo y su cúpula, han violado las disciplinas del Partido; que, traficando con la autoridad orgánica, bajo el control y amparo del imperialismo yanqui y el Estado peruano, pugnan por aniquilar al Partido, la guerra popular, destruir el ejército revolucionario, las bases de apoyo y todo lo que es revolución en el Perú. Por estas circunstancias políticas, el Partido, reafirmándose en las disciplinas del marxismo-leninismo-maoísmo, plantea las disciplinas del Partido en la revolución democrática nacional del Perú:
- La subordinación del militante a la organización.
- La subordinación de la minoría a la mayoría.
- La subordinación del nivel inferior al superior.
- La subordinación de todo el Partido al Comité de Dirección que dirige la revolución democrático nacional.
- La subordinación del dirigente principal prisionero, si se mantiene en la posición, a la organización superior del Partido que quedó y dirige la revolución bajo los principios del marxismo-leninismo-maoísmo.
- La subordinación de todos los cuadros dirigentes del Partido, al Comité de Dirección del Partido, que dirige la revolución bajo los principios del marxismo-leninismo-maoísmo.
Quien viola estas reglas de disciplina, socava la unidad del Partido Comunista del Perú, marxista-leninista-maoísta, y a la guerra popular democrática prolongada.
Los comunistas, no pueden subordinarse a órdenes desde la prisión, y menos cuando éstos chocan con los principios, y con las políticas que son contrarias al desarrollo de la guerra popular democrática por la conquista del poder y la lucha por el comunismo.La experiencia de la revolución, nos demuestra que algunos infringen las disciplinas del Partido por que no comprenden el contenido político, y otros como Gonzalo, lo infringen a sabiendas y se aprovechan de la autoridad del Partido, y de la sujeción de la militancia, para lograr sus pérfidos objetivos criminales.
Por todos estos acontecimientos políticos y militares de traición de Gonzalo y su “Dirección Central”, es importante educar a los militantes en todos los niveles de organización, en la disciplina del Partido Comunista del Perú, marxista-leninista-maoísta, de tal forma que desde los niveles superiores hasta los militantes de base, las observen igualmente, para evitar y corregir lo ocurrido con Gonzalo.
Todas estas normas de disciplina sirven, para conducir correctamente, las relaciones internas del Partido, y para lograr la unidad de pensamiento y acción, de todos los organismos dirigentes y en todos los niveles, para la lucha contra el imperialismo yanqui, el Estado peruano y el revisionismo de todo tipo.
Para reforzar nuestra disciplina voluntaria, consciente y proletaria, el Partido resalta la norma internacional de los comunistas: “No se puede dirigir la revolución desde la prisión”.
REGLAMENTO INTERNO DEL PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ.
El reglamento interno del Partido Comunista del Perú, se basa principalmente en los objetivos políticos del Partido, con una aplicación práctica en todos los trabajos.
Tener en cuenta la restauración del capitalismo en Rusia y China. Es responsabilidad del PCUS y del PCCH; es responsabilidad de la misma Dirección Central, de los dirigentes y de la militancia del Partido. En esta experiencia del proletariado internacional vemos, que han triunfado las revoluciones con armas en la mano en la lucha contra el enemigo, pero también han fracasado en la revolución socialista, y ésta, es una seria, realmente una seria lección que no podemos dejar de lado y olvidar. Todas estas circunstancias, debe servir en el establecimiento del reglamento interno del Partido, y debe servir para orientar y garantizar el curso prolongado de la revolución democrática nacional, la revolución socialista y hasta el comunismo; y para ello, requiere construir una militancia con un espíritu científico, y actitud de responsabilidad proletaria.
El reglamento interno, se tiene que comprender y aplicar desde un aspecto ideológico, político y organizativo:
- El Partido Comunista del Perú, es marxista-leninista-maoísta, vanguardia de la clase, que dirige la guerra popular democrática y prolongada.
- El marxismo-leninismo-maoísmo, es la ideología del proletariado peruano que guía el camino de la revolución democrática nacional del Perú, al estilo y propiamente peruana.
- Enarbolar, defender y aplicar el marxismo-leninismo-maoísmo, a las condiciones concretas de la revolución peruana.
- La revolución de nueva democracia, es el camino del pueblo peruano, para emancipar a nuestro país y resolver las dos tareas pendientes: el problema de la nación y el problema de la tierra.
- Sacar lección de la restauración del Capitalismo en Rusia y China.
- Enarbolar, defender y aplicar los principios básicos del Frente Unido de la revolución democrática nacional.
- Defender los intereses de la nación y del pueblo peruano, y los pueblos del mundo.
- Tener un alto espíritu de patriotismo e internacionalismo; de nacionalismo y antiimperialismo.
- Los militantes del Partido, tienen el deber de construir el Frente Unido Democrático Revolucionario, por la lucha antiimperialista y antifeudal, y también para combatir al revisionismo de todo tipo.
- Los miembros dirigentes, cuadros y militantes del Partido, en todos los niveles tienen que ser ejemplares en el estudio, ser infatigables en enseñar, y al mismo tiempo ser honestos e insaciables alumnos en aprender.
- Los dirigentes del Partido, no deben tener criterios de atenciones especiales, y los onomásticos deben ser de estudio, de reafirmación y trabajo tesonero.
- Un comunista, debe luchar tenazmente por que el socialismo triunfe sobre la tierra, derrocando al imperialismo con la revolución proletaria mundial.
- Sacar lección del revisionismo de Gonzalo y su “dirección central”.
- Oponerse enérgicamente y combatir al revisionismo de Gonzalo y su “dirección central”.
- Combatir toda posición capitulacionista, toda idea, criterio y actitud de restauración del capitalismo.
- No amamantar el revisionismo, hay que denunciar, desenmascarar con hechos y pruebas, por que es la avanzada del imperialismo en las filas del proletariado.
- El militante debe saber lograr y consolidar la unidad en el Partido, el ejército y el pueblo.
- Deben pensar en la mayoría, en el colectivo y no en un sector, sección o en un pequeño grupo.
- Los militantes del Partido, deben ser ejemplares en el arte militar y aprender en el curso mismo de la guerra popular democrática del Perú; deben ser valientes, intrépidos, audaces y tener plena sujeción a las órdenes del Partido.
- En todo momento ser respetuoso, honesto, sencillo, modesto en las relaciones internas del Partido, en el ejército y entre las amplias masas populares.• Enarbolar, defender y aplicar las tres reglas cardinales, y las ocho advertencias del marxismo-leninismo-maoísmo.
- Enarbolar, defender y aplicar las normas de disciplina del Partido.
- Un militante del Partido, debe luchar esforzadamente por el socialismo y el comunismo; oponerse y combatir toda restauración del capitalismo, y eso requiere: ir depurando las inmundicias en los planos ideológicos, políticos, económicos y, culturales, desde incluso antes del triunfo de la revolución democrática nacional.
- Ser firmes en la práctica y flexibles en la teoría revolucionaria.
- En las dificultades y adversidades, ser ejemplo de vencerlos todas, poniendo siempre la política en el puesto de mando.
- Practicar la critica y autocrítica, con un espíritu de corregir de verdad nuestros defectos, para servir más y mejor al desarrollo de la revolución peruana y por el comunismo.
- Los comunistas, deben poner el acento en el desinterés absoluto.
- No debe socavar la unidad en el Partido, en el ejército, en las masas y en la familia.
- El militante, no debe ser oportunista, individualista, rencilloso, egoísta, mercenario, doblez, deshonesto, hipócrita, con actitudes de mentir, tener afanes y criterios de vida cómoda.
- La militancia del Partido debe estar conformada y seleccionada por sus méritos y no por favoritismos.
- Los militantes del Partido, si se da el caso, debemos esforzarnos por reeducarlos sin llegar a tener compromisos personales con alcohólicos, drogadictos, prostitutas, homosexuales, fumadores y con personas que el Partido no apruebe y ajenas a la organización; sus relaciones deben ser correctas y no perjudiciales.
Quien viola las reglas de disciplina y del reglamento interno del Partido, socava la unidad, la consolidación y el desarrollo del Partido, del ejército revolucionario, del Frente Unido, de las bases de apoyo revolucionarios, las relaciones con las amplias masas populares; y socava el desarrollo de la revolución peruana, la conquista del poder y la construcción del socialismo y el comunismo.
SOBRE LA DEMOCRACIA EN EL PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ.
En la lucha de la guerra agraria, el Partido Comunista del Perú, exige a todos sus organismos dirigentes, miembros y cuadros que desplieguen al máximo sus iniciativas, solo así será posible la victoria.
Los comunistas, son como el maestro, que tienen la responsabilidad de preparar la generación que han de tener la responsabilidad del futuro. La educación requiere sacrificio, voluntad indoblegable, paciente y prolongada Sólo en un ambiente democrático, se puede formar a hombres y comunistas capaces.
El imperialismo, a degenerado la palabra democracia hasta prostituirlo, hasta volverlo corrupto y coimero; utilizan la palabra democracia para desenvolverlo de acuerdo a sus intereses reaccionarios e imperialistas. La democracia, utilizan los vende patrias del poder ejecutivo, legislativo y el poder judicial, de acuerdo a sus intereses de grupo. Todo esto se refleja en el pueblo peruano, en un sentido vulgar y oportunista. No hay un concepto de unidad sobre la democracia, por que todos lo practican de acuerdo a sus intereses, los partidos políticos, organizaciones gremiales de intelectuales, estudiantes, campesinos, jóvenes, mujeres, etc., y sobre todo este desorden del llamado “democracia”, el imperialismo yanqui practica una “democracia” fascista y genocida, por que, llamándose el abanderado de la democracia, paz y libertad, pisotea todo ordenamiento jurídico y dignidad de las naciones y de los pueblos del mundo, para ocultar su verdadero faz de carnicero, parasitario y en descomposición. Toda esta situación política internacional y nacional, se traduce dentro del Partido, como una democracia insuficiente y poco práctico, para formar hombres continuadores de la causa revolucionaria. Esto, ya es una seria lección en la vida del Partido desde la muerte de Mariátegui, para no seguir el camino revisionista desde Ravinez hasta Gonzalo. Es responsabilidad de los comunistas del Partido sacar lección, para esforzadamente construir un verdadero Partido Comunista del Perú, marxista-leninista-maoísta, con un amplio carácter de masas y forjar continuadores.Este fenómeno imperialista, que sume al país en las tinieblas, de ser una colonia, semicolonia y semifeudal, hace que en el Frente Unido Democrático Revolucionario, tanto de la guerra agraria y de la guerra de resistencia, haya, o se practique, una insuficiente democracia, lo que impide que los partidos políticos, grupos políticos, ejércitos amigos, autoridades, comerciantes, transportistas, empresarios nacionales, etc., y también en todo el Partido, no se despliegue plenamente la iniciativa, como también en todos los organismos de los movimientos de masas. Estas adversidades, es una tarea, es un deber que solamente con esfuerzo y sacrificio podremos vencer, y para alcanzar este objetivo tenemos que partir por respetar los intereses de la nación y del pueblo peruano.
En los partidos políticos, grupos políticos y los movimientos de masas, repercute grandemente las características del imperialismo “poderoso”, y las condiciones políticas, económicas, militares del Perú, como un país débil, un país colonia, por lo que la iniciativa no pueden desplegar plenamente. Todos estos factores negativos, se tienen que superar desplegando realmente la democracia en el Frente Unido, con independencia y autodecisión. En el Frente Unido, no hay dedicación, y una infinita vocación proletaria para elevar la conciencia ideológica, política, militar, económica y cultural de los jóvenes y las amplias masas populares de nuestro país y los pueblos del mundo.
Para los comunistas, no hay una educación absoluta y terminada; el comunista, como maestro no está preparado, sino está a la par de los acontecimientos políticos, económicos, culturales, etc., del momento internacional y nacional, y si desconoce la historia de nuestro país, la historia del Partido y de la revolución peruana.
La democracia debe servir para el desarrollo del Partido, ejército, la guerra popular, la conquista del poder. No podemos utilizar la democracia para socavar, para plantear políticas que minan el desarrollo de la guerra agraria y la guerra de resistencia nacional.
La democracia, en el Partido Comunista del Perú, se tiene que comprender desde el marxismo-leninismo-maoísmo, y no desde un criterio e ideología pequeño burgués, protagónico, dogmático y autoritario como fue el de Gonzalo y su “Dirección Central”.
Hasta 1999, hablar de democracia en el Partido, era una utopía; en realidad la falta de democracia era un problema vital a solucionar. Hoy, por las formas democráticas populares y proletarias que el Partido practica, se están desarrollando los trabajos. Sin embargo, la democracia es un factor ideológico, político, económico, militar, social, cultural, etc., que en algunos niveles del Partido se tiene que exigir su cumplimiento, su aplicación a fin de que en realidad se despliegue la iniciativa verdaderamente, al estilo proletario y peruano.
La iniciativa, es la manifestación concreta en la actividad creadora de los organismos dirigentes, cuadros y miembros del Partido, en su sentido de responsabilidad, en la tenacidad, y en el esfuerzo que practiquen en el trabajo político, militar, económico, cultural, etc., en la audacia y la habilidad con que planteen los problemas, y las soluciones que sugieren, expongan sus opiniones y critiquen los defectos, así como en la vigilancia camaraderil que ejerzan sobre los organismos y cuadros dirigentes. Sin todas estas formas de democracia, la iniciativa carece de contenido. Esto es justamente, lo que en el Partido con Gonzalo y su “dirección central”, hemos carecido de estas formas de democracia e iniciativa.
El desplegar la iniciativa, depende del grado de democracia existente en el Partido. Esto es una lección que hemos superado. En los tiempos de Gonzalo, el “pensamiento Gonzalo” era ley, y esto era absurdo por que perjudicó el desarrollo de los trabajos con iniciativa, y se aplicó autoritarismo y sujeción incondicional absoluta al “presidente Gonzalo” y al “pensamiento Gonzalo”, y esto en realidad también perjudicó al Partido, y la revolución peruana. Sin una verdadera democracia proletaria, es imposible desplegar realmente la iniciativa, iniciativa que se despliegue, si falta una democracia proletaria; pero, solamente esta puede existir con independencia y autodecisión, y solamente así se logra la unidad desplegando la iniciativa en la lucha antiimperialista, antifeudal y contra el revisionismo. Por tanto, no hay una iniciativa revolucionaria, sin unidad y sin independencia y autodecisión en el Frente Unido.
En el Partido, no hay iniciativa posible sin democracia; y, no hay democracia si no hay unidad de pensamiento en el centralismo, y todo esto no se logra sin independencia y autodecisión proletaria. En el Partido, toda unidad es proletaria y relativa; solamente así es revolucionaria y marxista-leninista y maoísta.Hay ayudas, compromisos, concesiones como iniciativas, pero, todo esto es positivo y beneficioso cuando todo es en función a la construcción del Partido, del ejército, y por el desarrollo de la revolución y la conquista del poder; y además, una iniciativa de ayudas, compromisos y concesiones es correcta y aceptable en estos momentos solo cuando hay que retroceder para saltar mejor en el desarrollo de la revolución, de lo contrario no es iniciativa, por que es capitulacionismo como hace Gonzalo y su “dirección central”.
Por todas estas razones, es una tarea educar en el Partido a toda la militancia en los principios de la democracia con centralismo, para que se entienda correctamente por vida democrática, y cual es la relación entre democracia y centralismo, y como poner en práctica el centralismo democrático. Solo así, se puede desenvolver la democracia proletaria en el Partido. En el Frente Unido Democrático Revolucionario, la democracia existe plenamente sólo cuando se practica una independencia y autodecisión relativa y no absoluta. De igual forma, en el Partido, el centralismo democrático, existirá, y se desarrollará plenamente, proletaria, revolucionaria y marxistamente, sólo cuando se practica con independencia y autodecisión relativa y no absoluta; y sólo así, también existirá la libertad y disciplina, plenamente proletaria, revolucionaria y marxistamente; en concreto, solamente en este ambiente de centralismo democrático, se puede desplegar plenamente la iniciativa, para desarrollar la revolución democrática nacional hasta la victoria y el comunismo.Los comunistas deben comprender bien, que, así como no hay una democracia absoluta, no hay un centralismo absoluto. La revolución peruana, necesita que el Partido Comunista del Perú, practique el centralismo democrático relativo y no el absoluto. Sólo así es marxista, proletario y que garantiza el triunfo de la revolución.
El centralismo, debe ser garantía de triunfo. El centralismo en la guerra agraria debe garantizar el salto hacia la guerra de resistencia, hacia la conquista del poder, y debe garantizar todo el curso más complejo y más dificil de la revolución socialista. El centralismo debe tener una cualidad dialéctica, solo así es marxista. La revolución peruana, ya pagó muy caro, con el “centralismo democrático”, sin independencia y autodecisión relativa que practicó Gonzalo en su periodo en el Partido y la guerra revolucionaría en nuestro país. El centralismo, que no garantiza el triunfo, los éxitos, no es centralismo marxista, por que no garantiza la democracia y la iniciativa proletaria hacia el triunfo completo de la revolución democrática nacional. El Partido Comunista del Perú, marxista-leninista-maoísta es contrario al centralismo hegemónico y absoluto.
Una opinión, un acto carece de ser democrático si va en contra de los intereses de la causa revolucionaria, de la nación y el pueblo peruano. Toda iniciativa es correcta si no va en contra de estos principios revolucionarios. Solo así, evitamos el ultra democratismo y la tendencia de dejar hacer y dejar pasar las cosas, y esta es una tendencia que socava la unidad, el centralismo, la democracia, la libertad, la disciplina y la iniciativa.
Es necesario acrecentar la vida democrática en el Partido y el ejército, para que los militantes del Partido desplieguen iniciativa, y en el ejército para aumentar la capacidad combativa de los combatientes.Tanto en el Partido y el ejército, la democracia debe servir para fortalecer la disciplina y para incrementar la capacidad combativa y no para debilitarlos.
La consolidación del Partido, está en la correcta aplicación de la democracia; en este sentido, la democracia no debe apartarse de la vigilancia hacia los hábitos y elementos nocivos que puedan socavar la unidad en el Partido y en el ejército; solamente así, será compacto, selecto y eficaz, lo que determinará ser más activo y vigoroso en la lucha de la guerra agraria y la guerra de resistencia, y estar siempre a la altura de los constantes cambios de la guerra, y para salir victoriosos en la lucha antiimperialista yanqui y antifeudal, y en la lucha contra el revisionismo de todo tipo.
EL PRINCIPIO FUNDAMENTAL PARA LA VICTORIA.
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